A una semana de las elecciones municipales y aun con un poco de ruido político en el ambiente, corresponde traer a colación un tema que los medios (salvo algunas excepciones) parecen haber pasado por alto; la continuidad y mejora del Metropolitano.

En primer lugar, será crucial que la comunicación entre la futura alcaldesa de la ciudad de Lima y la sociedad civil sea fluida, así como transparente. Uno de los principales errores que cometió la Alcaldía de Lima durante la gestión de Luis Castañeda Lossio fue guardarse para sí las explicaciones acerca de las ampliaciones al presupuesto y al plazo de construcción que todos conocemos.  Esto no solo aumentó el razonable malestar de la población, sino que también la llenó de recelo y desconfianza respecto a la transparencia del manejo de recursos, lo cual devino un rechazo fácil al proyecto, que solo ha podido revertirse después de 3 meses de operación brindando un servicio de calidad.

Queda también pendiente la publicación de estadística por parte de la entidad que regula el servicio. No es saludable que luego de muchas semanas de iniciado el proceso de implementación del servicio pagado del Metropolitano, aun no sepamos cuántas personas lo usan diariamente, cuáles son las estaciones más frecuentadas, cuál es la velocidad promedio de los buses,  cuál es la distancia promedio de viajes realizados, ni qué sentido de la ruta es el más frecuentado.

Existen dos aspectos en los cuales la nueva  alcaldesa tendrá que concentrarse a fin de mejorar al Metropolitano como servicio. Un primer aspecto, de infraestructura, pasa por terminar de convertir al sistema en un integrador de la ciudad; un corredor troncal no es suficiente, se requieren más si queremos efectivamente renovar nuestra manera de movilizarnos. Estos deberán ser diseñados de tal manera que, en función a su recorrido, atraviesen ejes importantes del casco urbano y complementen la operación del corredor norte-sur. Sin embargo, son también necesarias rutas alimentadoras intermedias que permitan realizar, a bajo costo, recorridos más cortos y rápidos. Un segundo aspecto, referido a la señalética pasa por pulir pequeños detalles que han sido dejados de lado por Protransporte hasta ahora –aunque asumimos que esto último es comprensible, en vista de que sus esfuerzos estaban concentrados principalmente en la implementación total de la ruta– tales como un mapeo definitivo de la ruta en las estaciones, o una señalética adecuada dentro de las mismas. Para la continua mejora del sistema, invitamos a los ciudadanos a participar con sus dateos, e invitamos a las autoridades a tomarlos en cuenta.

Artículo extraído del blog de "Todos Somos Dateros" - datea.pe